19 de marzo de 2008

Un cuadro robado por los nazis en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid

PISSARRO
La calle Saint-Honoré después del mediodía. Efecto de lluvia, 1897
Óleo sobre lienzo
81 x 65 cm

Los herederos de la familia judía Cassirer vuelven a reclamar un pissarro supuestamente expoliado por los nazis: «Rue Saint-Honoré après-midi. Effet de pluie», de la colección Thyssen-Bornemisza.

Este cuadro pertenece a una serie de quince obras que Pissarro pintó desde la ventana de su hotel parisino, situado en la place du Théâtre Français, durante el invierno de 1897 y 1898. Pissarro, que había vivido casi siempre fuera de París y era básicamente un pintor de paisajes y uno de los primeros en practicar con convicción la pintura al aire libre, tuvo al final de su vida que trasladarse a la ciudad por motivos de salud. Fue entonces cuando comenzó a pintar acomodado en una ventana, captando la actividad cambiante de las calles .



Con esta fotografía, el demandante aporta la prueba de que el cuadro de Pissarro era de su abuela.

Claude Cassirer, alemán de nacimiento convertido en ciudadano norteamericano tras la segunda guerra mundial, es hoy un anciano afincado en San Diego (California) y dispuesto a seguir batallando por recuperar el óleo que hace más de siete décadas colgaba en el salón de su casa de Alemania y formaba parte del paisaje de su infancia. Su bisabuelo Julius Cassirer, un destacado galerista y editor judío de Berlín, lo había adquirido del marchante de Pissarro, Durand-Ruel, en 1900, dos años después de su ejecución por el maestro impresionista. A la muerte de Julius, la obra pasó a su hijo Fritz y la esposa de éste, Lilly, quienes, de haber conservado la propiedad del óleo, lo habrían transmitido a su nieto, el mencionado Claude.

Comprada por 900 marcos su valor actual superaría los 20 millones de dolares.

La Fundación Thyssen-Bornemisza asegura que no cederá ante las reclamaciones de Cassirer porque "consideramos que adquirimos el cuadro con todas las de la ley y, por tanto, es nuestro desde el año 1992 cuando se lo compramos al barón Thyssen".Aunque es obvio que Thyssen actuó de buena fe, también resulta evidente que si el cuadro formó parte de los saqueos sistemáticos del Tercer Reich, fuera cual fuere su trayectoria posterior, puede parecer razonable la obligación moral de devolverla a sus primitivos propietarios.


Los términos en que se manifiesta el Consejo de Europa son claros al tratar de evitar que bienes procedentes de los saqueos nazis se camuflen en el parapeto de fundaciones privadas, a las que también se considera expresamente obligadas siempre que reciban dinero público, como sería eventualmente el caso del Thyssen, cuyo Patronato está controlado por el Ministerio de Cultura.


La reclamación estuvo muy viva en Estados Unidos durante la «era Clinton» y quedó adormecida en la primera legislatura de Bush, según algunos por las estrechas relaciones entre el Gobierno Aznar y la Administración norteamericana. Ahora las circunstancias han cambiado y los supuestamente agraviados recargan munición. En la calle Saint-Honoré llueve sobre mojado.

Vídeo documental de National Geographic donde Claude Cassirer reclama al museo Thyssen el cuadro de su abuela:






+Info:

National Geographic; Man Fights Nazi Plunder

El cuadro «maldito» del Thyssen

Reclamado a España un cuadro de Camille Pisarro incautado por los nazis y en poder del Thyssen

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