27 de mayo de 2008

Losing My Religion

El título de la canción es una frase típica del sur de los Estados Unidos, cuyo significado sería, perder el control o "perder la cabeza".

La letra va dando cuenta de lo que siente el protagonista, que narra sus penas, para terminar con un lánguido "Esto fue sólo un sueño".

Una canción que siempre que la escucho me estremece y me hace intentar seguir el ritmo con un movimiento rápido de ojos (Rapid Eye Movement, R.E.M). Sencillamente genial.

Aunque no alcanzó el #1 en las listas de popularidad de Estados Unidos, es considerada la canción más famosa de R.E.M. y es la que les dió reconocimiento mundial.


El videoclip fue dirigido por Tarsem Singh, director de La Celda. Incluye imágenes de diferentes religiones, la más representativa una de San Sebastian, hecho que fue muy criticado. El vídeo fue todo un éxito e incluso ganó el codiciado premio de Vídeo del Año en los MTV Video Music Awards de 1991.(Ver video)


También pueden encontrarse representaciones del arte soviético en la forma de posters y los fuertes contrastes entres los claros y oscuros están fuertemente influidos por las pinturas de Caravaggio. El concepto del vídeo esta basado en la historia breve "Un señor muy viejo con unas alas enormes" de Gabriel Garcia Marquez, en la cual se relata el pobre estado de un viejo ángel, que durante una tormenta cae en el patio de una casa.

Los propietarios de la casa, Pelayo y Elisenda, abusan de la paciencia de éste ser increíble y le llevan a un gallinero tratándolo como una atracción de circo. El visitante causa entre todos un gran revuelo, se forman largas filas de curiosos, que pagaban "cinco centavos" por ver al ángel, los visitantes le miran como un espectáculo, creen que a través de sus milagros les puede resolver sus vidas. La aparición de un nuevo fenómeno, una mujer con cuerpo de araña, hará que todo el mundo se olvide del ángel, el cual sobrevive, deambulando por el patio de la casa. Tras un duro invierno, le empiezan a crecer plumas nuevas, gracias a las cuales consigue abandonar volando la casa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El san Sebastián es muy acertado: para eso es un santo gay (por mucho que lo olvide el Matzinger)